HOMO FACTUS EST - CRISTO EN EL ARTE
Hermandad de Cofradías de la Pasión de la Ciudad de Logroño
Comisario: Rvdo. D. Fermín Labarga
Diseño gráfico: D. Jaime Ocón
La exposición ‘Homo factus est. Cristo en el Arte’ hace un repaso desde las primeras representaciones paleocristianas de Cristo como Buen Pastor y Filósofo hasta la actualidad, pasando por el Cristo en majestad del Románico, el Cristo sufriente del Gótico, el perfectus Deus et perfectus homo del Renacimiento, el Cristo triunfante que propone el Barroco después del concilio de Trento, o las propuestas historicistas del siglo XIX.
Es un recorrido histórico dividido en siete salas, ambientes creados que nos enseñaban los rasgos en los que se refleja la teología y la espiritualidad de cada época aplicados en el arte.
Una representación a tamaño natural de una obra cumbre y representativa de cada época centraban la atención en cada estancia. Obras todas ellas, representadas a tamaño natural, llegando incluso a pasar en algunos casos de los 5 metros de largo.
En la Sala 6, dedicada al arte del Siglo XIX, pudimos observar el lienzo titulado “La sombra de la muerte” de William Holman Hunt (1870-1873), conservado en la Manchester Art Gallery (Reino Unido).
En la Sala 7, dedicada al arte contemporáneo, aparecían dos lienzos: el “Ecce Homo” de Lovis Corinth (1925) del Kunstmuseum de Basilea (Suiza) y, cerrando el recorrido, la XI estación del viacrucis pintado por Jerzy Duda Graez en 2001 en el Santuario de Czestochowa (Polonia).
En la Sala 1, dedicada al arte Paleocristiano y Bizantino, encontramos como obra principal a Cristo bendiciendo, un icono del siglo VI conservado en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí (Egipto).
En la Sala 2, dedicada al arte románico se podía ver a tamaño real el gran Pantocrátor de la iglesia de San Clemente de Taull (Lérida), fechada en torno a 1123, y ahora conservada en el museo de Arte de Cataluña de Barcelona.
En la Sala 3, dedicada al arte gótico encontramos el Retablo de Isenheim de Mathis Grünewald (1513-1515), del Museo de Colmar en Francia.
En la Sala 4, dedicada al Renacimiento, podemos contemplar el majestuoso Cristo del fresco del Juicio final, pintado por Miguel Ángel (1537-1541) en la Capilla Sixtina del Vaticano.
En la Sala 5, dedicada al Barroco, nos asombramos ante el gran lienzo de Cristo Crucificado de Velázquez (1632) del Museo del Prado de Madrid.